Anna Kendrick es una cara conocida en la actuación con protagónicos en musicales, comedias y dramas por igual, que les valieron nominaciones a los premios Tony y Oscar. Ahora decidió lanzarse como directora con un desafío especial: tomar una historia real para llevarla a la gran pantalla con ella en el personaje central de la víctima de un inesperado criminal, interpretado por Daniel Zovatto (el elenco se completa con Tony Hale, Autumn Best, Kathryn Gallagher y Kelley Jakle).

“El asesino del juego de citas”, de estreno hoy en las salas tucumanas, tiene su sustento en lo que pasó en Estados Unidos a fines de la década del 70, un momento social y económicamente complejo para el país, con el demócrata Jimmy Carter en la Presidencia, con la televisión como gran refugio. Un subgénero del reality atractivo para la audiencia era los programas de búsqueda de parejas. En ese universo, la cadena ABC triunfaba con “The Dating Game”: en él se presenta Cheryl Bradshaw, que debe elegir entre tres posibles pretendientes para salir y conocerse. Luego de una tanda de preguntas para definir coincidencias de gusto y carácter, opta por el encantador y apuesto soltero número tres, Rodney Alcalá. Ante la vista de todos -la joven, el presentador, los productores y el público-, es amable, atento y seductor. Pero su personalidad encierra a un ser psicópata, violador y asesino en serie.

Kendrick afronta este thriller de suspenso con la idea de mantener a la platea al borde de la butaca mientras transcurre la acción. La expectativa de Cheryl de conocer al amor de su vida muta velozmente en un intento por salvarse del peor momento de su existencia. El guión parte de la historia para tomarse licencias de ficción y así darle vuelo a una trama que cuenta con el ritmo adecuado para la propuesta, más allá de que sea el debut de la realizadora.

Lo cierto es que Alcalá había logrado mantener por años en secreto sus homicidios. No sólo eludió por años a una desorientada Policía de Los Ángeles y de Nueva York, sino que siguió con su raid de sexo, sangre y mutilación por distintas ciudades de EEUU. Cuando fue detenido, pudieron acusarlo de siete asesinatos, pero las sospechas sobre él superan el centenar de víctimas aunque sin las pruebas suficientes como para una condena.

Su verdadero nombre fue Rodrigo Jacques Alcalá Buquor y al momento de los hechos del filme (situado en 1978) tenía 35 años. Abandonado por su padre, de adolescente ingresó al Ejército, pero le dieron de baja con el diagnóstico de “Personalidad narcisista maligna con psicopatía y sadismo sexual”. En la Universidad de California se graduó en la Escuela de Bellas Artes y en la de Nueva York estudió cine con Roman Polanski. Se presentaba como fotógrafo de modas y se conectaba con las jóvenes que luego ultimaba. Fue descubierto y tras varios juicios en febrero de 2010 llegó la primera condena a muerte, seguida de otras. Falleció de causas naturales en 2021.

Espacio Incaa: doble cartelera

Entre hoy y el sábado, a las 20 y en el Espacio Incaa de la sala Hynes O’Connor (San Martín 251) se proyectará el filme argentino “Martín García”, de Aníbal Garisto, en el cual un joven artista debe mudarse con su madre a una isla donde solo viven 100 habitantes. Su imaginación, la armonía con la naturaleza y el amor serán las claves para encontrar su identidad mientras atraviesa el arduo camino hacia la adultez. Dos horas más tarde, en el ciclo gratuito de cine francés, se verá el documental “Nous”, dirigido por Alice Diop, que retrata a personajes de las afueras de París: un escritor, un chatarrero, una enfermera, un cazador, una encargada de limpieza y la propia cineasta.